¿Vamos por buen camino?

La reactivación del turismo tras la pandemia es un hecho constatable. Lo vemos en nuestras ciudades y también en los datos sobre reservas hoteleras y la recuperación del tráfico aéreo. La industria confía en un verano como los de antes de la pandemia. Quizás no hemos aprendido tanto como creíamos.

En las últimas semanas hemos podido asistir a un par de presentaciones interesantes.

El 12 de mayo nos convocó SEGITTUR a la presentación de la Guía de aplicación de la Economía Circular al Turismo. Una buena oportunidad de reencuentro con muchos conocidos a los que hacía tiempo que no veía.

Además de los autores de las guías, participaron representantes del Consell de Mallorca, del Parque de Tecnologías Ambientales de Mallorca, Iberostar, Fogar do Santiso y la Abadía Retuerta para compartir algunas buenas prácticas recopiladas en la guía como ejemplos para la economía circular en destinos, hoteles, restaurantes y bodegas.

Aquí podéis descargaros las tres guías elaboradas.

Nos alegramos de que un concepto como el de la economía circular vaya calando y empiece ha interesar también a las empresas. Sin embargo hay cuestiones que nos siguen chirriando, hablaremos más adelante de ellas, pero queremos compartiros un vídeo donde nos parece que se explica muy bien que es la economía circular.

La segunda presentación se celebró en el Espacio TRIPLE (un espacio muy interesante que os invitamos a conocer) bajo los auspicios de SANNAS Asociación de Empresas por el Triple Balance. Formaba parte de la Gira Soluciones basadas en la naturaleza y economía local por el clima y la soberanía.  Natascha Wahlberg Macías y Jesús Iglesias Saugar nos introdujeron en las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) que, según el Estándar Global de la UICN, protegen, gestionan y regeneran los ecosistemas de cara a afrontar grandes retos sociales como la crisis climática, fomentando la salud, el bienestar y un impacto positivo en la biodiversidad; y en las posibilidades de la economía local. Esa economía local que nos permite localizar y diversificar la producción, el consumo y la gobernanza, reduciendo emisiones y creando empleo verde e inclusivo, especialmente en las comunidades más vulnerables.

Su planteamiento central fue que ambas de la mano generan resiliencia, soberanía y equidad, los ingredientes de la gran transformación. Os compartimos su presentación aquí.

Prácticamente a la vez, del 18 al 20 de mayo se celebró en Liubliana, Eslovenia la Asamblea General de la European Travel Commission (ETC) con los responsables de las oficinas nacionales de turismo de Europa. Allí se presento el informe MONITORING SENTIMENT FOR DOMESTIC AND INTRA-EUROPEAN TRAVEL – WAVE 11 en el que se muestra un gran optimismo por la recuperación de los viajes turísticos donde se refleja que un 77% de los europeos tiene pensado en realizar un viaje entre abril y septiembre de este 2022 y que más de la mitad (56%) tiene pensado visitar otro país europeo.

La sostenibilidad volvió a estar presente en la Asamblea, nos congratulamos por ello, aunque no dejamos de preguntarnos cuando llegará el momento de que nos demos cuenta que ya no podemos esperar más, que el momento de cambiar de modelo turístico es ahora.

Asistimos perplejos a multitud de intentos de afrontar la realidad produciendo nuevos términos que en muchas ocasiones no aportan grandes cambios conceptuales. Del turismo verde pasamos al turismo sostenible, de allí al turismo responsable, a la Sostenibilidad como elemento central, a la economía circular… Circular es también nuestro movimiento, tras muchos años de andadura vemos que los avances son pequeños, muy lentos y con continuos retrocesos.

No queremos despedirnos con una visión pesimista simplemente dar un toque de atención, los cambios que necesitamos son mucho más profundos de los que nos estamos atreviendo a realizar.

La crisis climática es una realidad ya incontestable, es nuestra obligación tomar medidas urgentes para mitigar su alcance en nuestros ámbitos de actuación. El turismo representa el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Las emisiones de CO2 del turismo aumentaran un 25% para 2030 (OMT y ITF .COP25, 2019) La contribución de las diferentes actividades que componen el turismo no es homogénea y el impacto del transporte aéreo supone un 40% del total.

Algunas voces hablan ya de un necesario decrecimiento, un término hasta hace poco considerado tabú, un innombrable que ya no lo es tanto.

Sin duda este será un tema central en los debates del próximo Día Mundial del Turismo Responsable. Nos encantará que te sumes a la conversación.