Turismo Responsable: ¿Utopía o Mercado?

La declaración del año 2017 como Año Mundial del Turismo Sostenible para el Desarrollo ‎nos lleva inmediatamente a reflexionar sobre los avances del turismo sostenible y responsable que se han realizado en los últimos años a nivel planetario. La sensación que nos queda es necesariamente agridulce.

Por un lado es cierto que ha aumentado la visibilidad de la atención a la sostenibilidad por parte de la industria turística internacional y también por parte de la industria del transporte. Hay más conferencias, más redes, más sellos y certificaciones sobre turismo sostenible y responsable que hace diez años, sobre todo en el ámbito europeo. Del mismo modo, se ve con esperanza la apuesta decidida por la sostenibilidad de muchos pequeños tour operadores y hoteles locales en América Latina y África, a veces con apoyo de las cooperaciones internacionales.

Por otro lado también se ven cada vez más iniciativas de turismo sostenible de cualquier tamaño repartidas por todo el mundo. Estamos seguros de que todo ello ha generado un mayor interés en la demanda de los grandes mercados emisores por ser turistas responsables. Las continuas noticias sobre el cambio climático y sus relaciones estrechas con el transporte y el turismo contribuyen también a aumentar la sensibilidad de la demanda global sobre el impacto de sus vacaciones en el medio ambiente y en el clima.

En nuestro propio Centro Español de Turismo Responsable nos escriben habitualmente personas que desean ser turistas responsables en su próximo viaje y no saben cómo empezar. Para ello contamos con los diversos códigos de conducta como el Vademécum del Turista Responsable de la EARTH, que compartimos continuamente en nuestra web y en nuestros eventos. Todo éso es bueno, es continuo, y nos tranquiliza y anima a seguir adelante.

Pero a pesar de este visible impacto positivo en los mercados emisores turísticos nos hacemos cada rato algunas preguntas, que a veces son las mismas  desde hace muchos años:

¿Cuántas de las citadas iniciativas son rentables?

¿Cuántas de ellas podrían sobrevivir sin la ayuda de las cooperaciones internacionales? 

¿‎Cuántas de ellas son realmente sostenibles y sólidas en el nivel económico-empresarial?

¿Cuántas han generado un aumento visible y estable del bienestar de la comunidad receptora?

Cuando echamos un vistazo a un buen termómetro de esta situación, que es el turismo comunitario o el ecoturismo con base local, vemos que las respuestas a estas preguntas nos dan resultados exitosos muy escasos; a pesar de las docenas de millones de euros invertidos sólo en este segmento por los donantes internacionales en la última década.

Ello nos lleva a la motivación misma del nacimiento de La Bitácora del Viaje Responsable. Hay que perfeccionar los productos de turismo sostenible y responsable desde la base y adaptarlos al mercado, creando canales de distribución inteligentes, especializados y específicos.

La comercialización del turismo responsable necesita de conocimiento y complicidad entre las comunidades y los productores locales, que acompañados por los agentes de viajes expertos pueden llegar al mercado con mayor facilidad.

El turismo responsable es un producto complejo, que se dirige a un público con motivación y sensibilidad especiales. Este segmento de la demanda cada vez es más visible, pero necesita contar con un sector de oferta más organizado y claro, al menos en España.

La gran proliferación  de términos y productos  que se presentan bajo el gran paraguas del turismo sostenible contribuye a generar confusión tanto entre los intermediarios como en la demanda.

En paralelo, tenemos que trabajar para que la gran industria turística avance hacia la sostenibilidad efectiva,  con un ritmo a ser posible mayor que en los últimos diez años. Se ven demasiadas operaciones de greenwashing y de RSC superficial, y no hay más que darse un paseo por las grandes ferias turísticas internacionales para ver como la oferta de turismo responsable ocupa un espacio siempre marginal que apenas crece de feria en feria.

Desde el Centro Español de Turismo Responsable tenemos el compromiso de convertir el turismo sostenible y responsable en un verdadero instrumento de desarrollo. Se acerca el 2 de junio, Día Mundial del Turismo Responsable, y será una buena ocasión para comenzar a plantearse de nuevo estas preguntas y buscar soluciones juntas.